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Las emociones en la Medicina China. ¿Cuál requiere mayor atención?

05 Junio 2017

Por: José Angel Loaiza Cuesta

            Especialista en Medicina China.
            Miembro del Practitioner’s Register.
            Tutor de prácticas clínicas de Escuela Superior de Medicina China.
            Miembro de PEFOTS (Pan European Federation of TCM Societies.
            Miembro de la FEMTC (Fundación Europea de Medicina Tradicional China.

           VITAL SALUT® - Clínica de Medicina China.

La emociones son la fuerza motriz de nuestra psique. Estas emociones son fundamentales y normales para un correcto funcionamiento de nuestro organismo; por ello esta bien sentir rabia e ira cuando estamos frustrados, alegría al recibir una buena noticia, como el nacimiento de un hijo, o estar reflexivos cuando tenemos nuevas tareas, también podemos sentirnos tristes ante una perdida personal y tener miedo ante un peligro; todas ellas nos estimulan el Qi (energía vital).

Cada de una estas emociones se asocia con la energía de un órgano Yin (Hígado, Corazón, Bazo, Pulmón y Riñón). Estas emociones en exceso ocasionan desequilibrio del mecanismo del Qi (energía vital) y por consiguiente una patología de origen interno, ya que no es nada que nos venga de afuera, sino que cada órgano ya posee esta energía intrínsecamente que de ser continuada debido a la tensión que nos somete la vida cotidiana podemos enfermar.

Son 7 las emociones que como causa interna provocan la enfermedad:

1.     Enfado

2.     Alegría

3.     Tristeza

4.     Preocupación

5.     Reflexión

6.     Miedo

7.     Shock

En el capítulo 8 del Eje espiritual dice: “ El miedo. La ansiedad y la reflexión del Corazón dañan la Mente […] la preocupación del Bazo daña el Intelecto ^…* la tristeza y el shock del Hígado daña el Alma Etérea […] la alegría excesiva de los Pulmones daña el Alma Corpórea […] el enfado de los Riñones daña la Fuerza de Voluntad”

En el capitulo 5 de las Preguntas simples dice: “El enfado daña el Hígado, la tristeza contrarresta al enfado […] la alegría daña el Corazón, el miedo contrarresta la alegría […] la reflexión daña el Bazo, el enfado contrarresta la reflexión […] la preocupación daña los Pulmones, la alegría contrarresta la preocupación […] el miedo daña los Riñones, la reflexión contrarresta el miedo” . Continua más adelante afirmado que: “Si la Sangre de Hígado es insuficiente, hay miedo; si está en exceso hay enfado […] si el Qi de Corazón es insuficiente, hay tristeza; si está en exceso, habrá comportamiento maníaco”

Por lo que decimos que:

1.     El enfado afecta al Hígado y hace que el Qi (energía vital) ascienda.

2.     La alegría afecta al Corazón y ralentiza el Qi (energía vital).

3.     La tristeza afecta a los Plumones y al Corazón y disuelve el Qi (energía vital).

4.     La preocupación afecta a los Pulmones y al Bazo, y anuda el Qi (energía vital).

5.     La reflexión afecta al Bazo y anuda el Qi (energía vital).

6.     El miedo afecta a los Riñones y hace que el Qi (energía vital) descienda.

7.     El shock afecta al Corazón y dispersa el Qi (energía vital).

Independientemente que cada emoción posee un órgano interno asociado, todas terminan afectando al Corazón.

La principal emoción que debemos tener en consideración por su alta incidencia en causarnos enfermedades es el enfado, este término debería interpretarse de manera más amplia e incluir otros estados emocionales relacionados, tales como el resentimiento,  el enfado contenido, la irritabilidad, la frustración, la cólera, el odio, la indignación, la animosidad o la amargura. Estos estados emocionales pueden afectar al Hígado si son continuos y por tanto provocar un estancamiento de Qi (energía vital) o de Sangre de Hígado, un asenso de Yang de Hígado o Fuego de Hígado. También pueden afectar al Estómago, a los intestinos o al Corazón.

El enfado ( es su sentido más amplio) hace que el Qi (energía vital) ascienda, por lo que muchos signos y síntomas se van a manifestar en la zona superior del cuerpo (Cabeza y Cuello), entre ellos están las cefaleas, mareos, acufenos, rigidez de cuello..., de ahí que uno de los síntomas más frecuentes en el enfado es la cefalea.

Cuando en una persona predomina el enfado, la ira, la cólera…, esta se altera fácilmente por las frustraciones y los obstáculos de la vida siendo volátil y con un comportamiento caótico e impulsivo. Este carácter inestable e imprevisible  se debe a la circulación desordenada del Qi (energía vital) y la Sangre.  En el trabajo son auto disciplinadas, extrovertidas, exigentes y eficaces, pero todo ello le lleva un gran esfuerzo emocional que al relajarse los fines de semanas les provoca rabia, irreflexión, etc. Este tipo de personas tienden  a padecer de ulceras, hemorroides  y migrañas.

“ El enfado provoca confusión mental”. Capítulo 8 del Eje espiritual.

“El enfado hace que el Qi ascienda, y provoca vómitos de Sangre y diarrea” Capítulo 30 de la Preguntas sencillas.

“Un fuerte enfado afecta al cuerpo y al Qi. La Sangre se estanca en la parte superior; y la persona puede sufrir un sincope”.  Capitulo 3 de la Preguntas sencillas.

El enfado no solo se manifiesta externamente con estallidos de gritos, chillidos, irritabilidad, cara roja, etc. Sino que algunas personas pueden contener ese enfado durante años, sin que se manifieste y por consiguiente desencadenar en una depresión o un estado de apatía, andar lento, indiferencia, etc.

Por lo tanto, la emoción que más cuidado debemos tener es el enfado es su sentido mas amplio (Ira, Cólera, Resentimiento, Frustración, etc.) ya que todas ellas son entidades que afectan al Hígado y este es el encargado de mantener las vías de paso libres para la correcta circulación de Qi (energía vital) y Sangre, y el desequilibrio (Yang y Yin respectivamente) de estos es el origen de cualquier enfermedad.

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